MIGUEL RODRÍGUEZ DE ALUMNO A APODERADO
Hablar del colegio lo llena de orgullo. Y cómo no va a ser así, si su bisabuelo, su abuelo y su hijo llevan el sello de “ser mackayino”. Estamos hablando de Miguel Rodríguez, de la generación 90, quien recuerda al colegio con mucho cariño.
“De mi abuelo y bisabuelo no es mucho lo que sé, pero en lo que respecto a mi sí te puedo decir que para mí es un orgullo haber salido de este colegio. Todo lo que aprendí, sobre todo en términos de valores, me llevaron a tomar la decisión de que me hijo también entrara a estudiar al colegio”.
Para Miguel la formación del Mackay fue fundamental no solo en términos de excelencia académica, sino también por el énfasis en el deporte como medio para desarrollar habilidades de trabajo en equipo, liderazgo y perseverancia.
Son varios los profesores que recuerda con cariño, entre ellos, Sergio Marchant, Patricio Morales y Julio Krammer.
“Del colegio rescato también el valor del compañerismo, algo que también veo en mi hijo. Es increíble darse cuenta que en todos lados hay un mackayino”.
La labor social fue otro de los ámbitos que marcaron el paso de Miguel por el Mackay. “Íbamos a diferentes hogares a entregar ayuda. En lo personal, esto es algo que me gustaría retomar en algún momento nuevamente”.
“Si pudiera dejar una reflexión, creo que es importante mantener y transmitir los valores del colegio y preservar su historia”.
Será su hijo Javier, junto a la generación que egrese el 2028, quienes tendrán la misión de continuar con un legado que se sigue traspasado a través de los años.